Review Doom Eternal: análisis en español 
Doom Eternal, más "Doom!" que nunca. Si te gusta Doom, Doom Eternal te volverá loco. Doom Eternal es una dósis de adrenalina en forma de videojuego que invita a mimetizarse con el escenario para disfrutar de todas las nuevas opciones que el combate vertical nos trae, a la vez que pone a prueba nuestro entrenamiento de años de shooters en un título que bebe de la esencia misma de Doom.Gráficos95Sonido95Historia75Jugabilidad95Multijugador80Puntos fuertesJugabilidad frenéticaMayor juego verticalMúsica cuidadaAdictivoPuntos débilesHistoria no muy enriquecedoraMultiplayer algo limitadoDemasiados elementos a desbloquear88FantásticoDoom EternalBethesda nos trae el Doom más bruto de la historia, ¡y nos encanta!
Pocos juegos son tan legendarios en la historia de los FPS como Doom. Ahora contamos con una nueva entrega, Doom Eternal, que sube el nivel de exigencia, tensión, y adrenalina hasta niveles superiores a lo que estamos acostumbrados.
Si eres un amante de los shooters, probablemente tengas tus títulos favoritos, y puede que sean más arcade o más simuladores. Pero es más que probable que, alguna vez, hayas jugado a algún Doom en tu vida (y, si no, ya estás tardando). Este videojuego, que resume en su nombre toda una saga y un estilo de shooter, llega ahora a PC, Xbox One y PS4 con su nueva entrega: Doom Eternal.
Después de haber podido jugar durante bastantes horas a este título, nos damos cuenta de que estábamos equivocados si pensábamos que, después de la anterior entrega (Doom 2016, 85 en Metacritic), no se podía hacer mejor (Doom Eternal, 88 en Metacritic). Cuando ya creíamos que la intensidad de las partidas, el ritmo frenético, y el ansia por sobrevivir había alcanzado sus máximas cotas, id Software nos demuestra que no, añadiendo una serie de aspectos en el juego que van a hacer que tengamos que olvidar lo que tantos años de gamers nos ha costado aprender.
Ahora, en Doom Eternal, no bastará con correr y disparar. Se revoluciona el concepto del escenario gracias a una mayor libertad de movimientos para el usuario, que ofrece un combate en varias alturas en las que el propio entorno es un elemento diferencial a la hora de evitar que nos maten. Dicho de otra forma: ahora podrás saltar más, llegar más alto, trepar por los muros… Y, lo que es más importante, vas a necesitar hacer todo eso si quieres tener una opción de sobrevivir.
Apartado técnico de Doom Eternal
A pesar del impresionante acabado gráfico de Doom Eternal, es un título que puede funcionar en una gran variedad de hardware, obviamente con algunas limitaciones gráficas. Digamos que, cobrando la importancia que cobra la acción trepidante en este juego, sus desarrolladores se han asegurado de que no pierdas ni un frame de la batalla debido a tu hardware. En nuestras horas de juego, no hemos visto caídas de rendimiento, stuttering en la imagen, ni ningún bug en absoluto que haya crasehado el juego, a pesar de que lo hemos probado en un ordenador algo antiguo (con un procesador i7-3820 @3.6 GHz y dos gráficas NVIDIA 1070 SLI), a una resolución qHD (2560 x 1440 px) y con el nivel de calidad configurado en «Ultrapesadilla». Incluso con esta configuración, hemos obtenido unos 80 FPS de media en la mayoría de las ocasiones.
Se trata de una obra maestra desde el punto de vista de desarrollo software, que sacará lo mejor de tu máquina (especialmente si hablamos de PC, ya que en consolas todo está optimizado para el hardware concreto) para que sólo tengas que preocuparte de jugar.
El sonido, por su parte, juega un papel fundamental a la hora de sentirnos inmersos en la experiencia de usuario. Por supuesto, todos los efectos han sido cuidados hasta el máximo detalle, y algunos de ellos hasta nos parecen divertidos (podréis comprobarlo vosotros mismos al sacarle el ojo a un cacodemonio…). Todo se une en una experiencia devastadora y brutal en la que la violencia es la protagonista, y punto final.
Y, si los efectos de sonido en sí nos parecen buenos, mejor aún es la música que acompaña toda la acción. El compositor Mick Gordon firma el apartado musical de Doom Eternal, con unas pistas de género metal oscuro, muy oscuro, que encajan como un guante en este título. No se trata de una revolución musical respecto a entregas anteriores, pero sí que se agradecen los nuevos acordes, de forma que la música no sea solo un remake de las pistas más famosas de Doom. Además, en esta ocasión, la música nos acompaña más incluso cuando no tenemos enemigos cerca.
Jugabilidad
Todos estos gráficos apabullantes y frames por segundo no servirían de nada si no estuvieran acompañados de una jugabilidad atractiva. Y, en este sentido, Doom es más «Doom!» que nunca. Como hemos adelantado, en esta entrega los combates se vuelven mucho más verticales, y jugar con la altura, con el escenario, con las acrobacias que podemos hacer, se va a volver una navaja suiza para sobrevivir en muchas ocasiones.
Si hablamos de jugabilidad, este Doom es más «Doom!» que nunca
En Doom Eternal volveremos a encarnar el papel de un soldado espacial rompecráneos que vuelve de los infiernos para liberar la Tierra de las hordas de demonios que la dominan, utilizando para ello todo tipo de armas a su alcance (no faltará la conocida motosierra, por supuesto, que podremos disfrutar desde los comienzos del juego junto al doble salto). Si bien podremos ir desbloqueando, conforme avancemos en el juego, numerosos extras (quizá demasiado numerosos, como desafíos, skins, mejoras del traje, runas, secretos, mejoras de armas…), lo cierto es que no tendremos que preocuparnos demasiado de ello si simplemente queremos pasarlo bien, porque el juego está pensado para que vayamos desbloqueando esos elementos con nuestra actividad normal, por lo que no tendrán que ser el foco principal de nuestro esfuerzo.
Nos ha gustado mucho, además, el modo de añadir mejoras a las armas, en el que tendremos que elegir en cada ocasión cuál de las opciones que se nos ofrecen nos interesa más en ese momento concreto. A pesar de ser muchas armas, y contar cada una con varias mejoras, la experiencia de usuario está muy cuidada para que no sea nada lioso de utilizar.
En cuanto a la mecánica del juego en sí, en este Doom Eternal más que nunca tendremos que estar muy atentos a nuestros recursos, nuestra armadura y nuestra munición. No te va a interesar malgastar ni un cartucho, porque puede significar la diferencia entre matar o que te maten. De toda la plétora de armas que tendrás a tu disposición, en cada ocasión te interesará usar una u otra en función de con quién te estés enfrentando, de cómo sea el escenario y de qué puedas permitirte en ese momento. Y, de alguna forma, Doom Eternal logra que te mimetices con los controles para que, sin pensarlo, te integres en el escenario y en el personaje, y puedas realizar acciones acrobáticas de forma casi automática… Digamos que es un modo de control que se siente tremendamente natural, como cuando juegas a Assassin’s Creed y puedes moverte haciendo parkour por el entorno sin pensarlo.
En esta entrega no podían faltar las ejecuciones de enemigos, más gore aún de lo que estamos acostumbrados a ver, y que consiguen subir aún más tu adrenalina en pleno combate, haciéndote sentir un auténtico badass en medio de la batalla. Para disfrutar de ellas tendrás que estar atento a cómo se iluminan los enemigos cuando le hayas hecho el suficiente daño, para poder llevarlas a cabo. Y, como en la anterior entrega de Doom, determinadas formas de acabar con tus enemigos hacen que estos liberen munición o escudo… Créenos, te va a interesar explotar estas formas de loot, porque vas a andar muy justo/a de estos elementos.
En Doom Eternal es vital aprovechar la munición y escudos que nuestros enemigos liberan en ocasiones
Y, hablando de hacer daño a los enemigos, en muchas ocasiones verás que no basta con escupir balas a lo loco. En Doom Eternal sus creadores te van a poner a prueba para que encuentres el punto débil de los enemigos (por ejemplo, atacarles justo cuando te atacan a ti y tú les esquivas). Cada enemigo presentará unos puntos fuertes y débiles, y si no sabes encontrar estos últimos, todo será inútil contra ellos.
Como punto negativo, o mejor dicho, menos positivo de este título, podríamos hablar de su historia. Realmente no hay mayor justificación para pasarnos horas eliminando demonios que la de pasarnos horas eliminando demonios. Pero es que, en realidad, tampoco hace falta nada más. A pesar de eso, en ocasiones se interrumpe la acción del jugador para intercalar cinemáticas que tratan de mantener ese hilo conductor durante Doom Eternal. Esto no es que sea crítico (de vez en cuando se agradece, para descansar los dedos de un ritmo tan frenético), pero tampoco aporta demasiado a la experiencia general del jugador.
Un multiplayer con su propio sello personal
Doom Eternal trae otra novedad, y la encontramos en su modo de multijugador. Se trata de Battlemode, una nueva modalidad de juego online en la que un jugador toma el papel de slayer, mientras que los demás son demonios que deben darle caza. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, y al final de cada turno podemos activar ciertos extras que en la ronda siguiente sorprenderán a nuestro enemigo (por ejemplo, si somos un demonio podremos invocar demonios, tardar menos tiempo en poder hacerlo, ver al slater a través de las paredes…).
En el modo de juego online Battlemode un slayer luchará contra varios jugadores demonios en varias rondas para hacerse con la victoria
Es un modo frenético, muy divertido, y que encaja totalmente con el estilo de Doom, si bien no consigue robarle protagonismo al modo principal, que es el modo campaña single-player. Por desgracia, no contamos con otros modos multijugador, o con un modo battle royale, aunque tampoco tenemos claro cómo se podría haber implementado mezclando demonios con slayers. Así que este multiplayer es justo una dósis extra de diversión para cuando queramos poner a prueba nuestras capacidades con jugadores humanos, en una especie de caza al ratón en la que ambas partes son presa y cazador.
Resumen
Doom Eternal es una entrega que trae más Doom por minuto que nunca. Si te gusta esta saga, te gusta la acción rápida, explosiva, las armas con un poder destructor de película, las ejecuciones bestias, el no poder parar ni un segundo de mirar a tu alrededor cuando la música empieza a ponerse tensa… Pues Doom Eternal es más y mejor de todo eso. Si bien la historia podría haber aportado algo más de motivación al jugador, tampoco esto es especialmente necesario para disfrutar de la acción a raudales que nos ofrece. Gráficos demoníacos con efectos de iluminación espectaculares, movilidad como nunca antes vista en Doom, y un apartado sonoro y musical que hará las delicias de los fans de la saga. En resumen, un juego que te recomendamos si quieres descargar adrenalina y sentirte el exterminador definitivo de demonios y salvador de la humanidad, o lo que queda de ella…
Más info: Bethesda
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