«El baloncesto no es lo mío», es lo que debió pensar Shane Wighton cuando se decidió a crear una canasta de baloncesto que le ayudara a meter todos los tiros, siempre y cuando vayan contra el tablero.
Gracias a su ingenio, a unas piezas robotizadas, y a un software que analiza el movimiento de la pelota, la canasta es capaz de girar vertical y horizontalmente para que la pelota rebote apuntando siempre hacia un punto: el interior del aro.
Shane se puso manos a la obra, y comenzó creando un prototipo de canasta automática pero pasiva, con tablero parabólico, que ayudaba a que las pelotas que rebotaran en él (si no lo hacían en línea recta) entraran en el aro de la canasta. Esta construcción sigue el mismo principio que el de las antenas parabólicas, cuya superficie está diseñada para concentrar los rayos reflejados hacia un punto (el foco) de la antena.
Pero nuestro protagonista decidió ir un paso más allá, y quiso crear una canasta automática activa en vez de pasiva, que se mueva para ayudar a rebotar la pelota hacia el interior del aro. Para eso, conectó el tablero de la canasta a una serie de 3 motores, de forma que la superficie del tablero pueda situarse siempre en el ángulo perfecto para que, al rebotar la pelota, esta vaya hacia el interior de la canasta. Para lograr el soporte físico de estos elementos, Shane se ayudó de la impresión 3D, creando así las piezas que necesitaba específicamente para este proyecto.
Aquí tienes un vídeo completo de cómo creó su proyecto, por si te animas a hacerlo por ti mismo:
La canasta necesita unos ojos, que le permitan saber desde dónde viene la pelota y con qué velocidad, para poder calcular su trayectoria precisa. Además, esto debe hacerlo en un tiempo realmente muy rápido, ya que de lo contrario no le daría tiempo de posicionarse antes del impacto de la pelota.
Aquí tienes un vídeo completo de cómo creó su proyecto, por si te animas a hacerlo por ti mismo:
Así, Shane se ayudó de la visión artificial de Microsoft Kinect para calcular la distancia a la que está la pelota y el recorrido que hace (además de dotar al sistema de reconocimiento facial para identificar a quién está lanzando la pelota). Una vez identificada la pelota lanzada, el sistema calcula la trayectoria y ajusta la posición del tablero en unos 600 ms (poco más de medio segundo), asegurando así que, tires como tires, vas a encestar.
Puede que este sistema aplicado a una canasta no sea lo más práctico del mundo, pero desde luego es una frikada que no podíamos ignorar en Techandising 😀
Más info: Shane Wighton
Creador de Techandising. Ingeniero de Teleco y apasionado de la tecnología y el gaming 🕹️ desde que no sabía ni andar.
Me encanta probar a fondo todo tipo de cacharros y contarte mis impresiones aquí y en el canal de YouTube de Techandising 😊
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