La evolución de los videojuegos en los últimos 40 años es una de las transformaciones culturales más asombrosas de nuestro tiempo. Lo que nació en salas arcade y con microordenadores de 8 bits, hoy es una industria que mueve más de 275 mil millones de euros a nivel global. En España, según AEVI, ya hay más de 22 millones de jugadores, y el país se ha consolidado como el tercer mayor mercado de Europa. Pero más allá de las cifras, el gaming es hoy un lenguaje universal, una forma de socializar, de aprender, de competir… y una plataforma de innovación tecnológica sin precedentes.
Los primeros videojuegos eran mundos limitados por la tecnología. Pero incluso con gráficos rudimentarios, capturaban nuestra imaginación. El gran salto llegó con la transición del 2D al 3D, gracias a títulos como Super Mario 64 o Winning Eleven, que abrieron la puerta a la tridimensionalidad y a mundos más complejos. El PC y las consolas vivieron una explosión gráfica gracias a las primeras tarjetas como la Diamond Monster 3D, que redefinieron títulos como Tomb Raider. Y desde entonces, cada generación —PS2, Xbox 360, PS5— ha empujado los límites del realismo.
Hoy, el gamer no se conforma con jugar: quiere sacar hasta el último frame por segundo con gráficas de alta gama, optimizar rendimiento, personalizar cada aspecto visual. En paralelo, la realidad virtual y el metaverso abren la puerta a formas de interacción cada vez más inmersivas.
El momento clave en esta historia llegó con Internet. Ya no jugamos solos. La red ha permitido partidas cooperativas y competitivas en tiempo real, ha creado comunidades globales y ha redefinido el modelo de negocio. Hoy, los juegos físicos son la excepción. Plataformas como Steam, Xbox Game Pass o PlayStation Plus han hecho de las suscripciones y el contenido digital el nuevo estándar.
Sin embargo, no todo son ventajas: ahora compramos licencias más que productos reales, lo que ha abierto debates sobre la propiedad y la preservación de juegos a largo plazo. Aun así, la accesibilidad es mayor que nunca, y jugar con alguien al otro lado del planeta es algo cotidiano.
Fortnite, LoL, Genshin Impact… No son solo juegos: son ecosistemas de negocio, marketing, cultura y comunicación. Los modelos de juegos como servicio, los micropagos y los eventos virtuales han generado nuevas formas de rentabilidad. Marcas de ropa, cantantes y estudios de cine lanzan productos y eventos dentro de videojuegos. La economía virtual es real: el mercado de publicidad dentro de videojuegos alcanzará los 106 mil millones de euros en 2025 y crecerá a más de 155 mil millones en 2030, según Statista.
Estos títulos son plataformas donde las personas pasan tiempo, socializan y consumen. Ya no se trata solo de jugar: se trata de vivir dentro del videojuego.
Si hay una tecnología que está redefiniendo el presente y el futuro de los videojuegos, es la inteligencia artificial. Desde enemigos que aprenden tu comportamiento hasta ajustes dinámicos de dificultad, la IA permite adaptar la experiencia a cada jugador en tiempo real. Esto no es nuevo —títulos clásicos ya usaban IA básica—, pero hoy los algoritmos avanzados están llevando el diseño de juegos a otro nivel.
Además, la IA ya no solo se usa en el gameplay. Ahora es una herramienta de producción. Generación de escenarios, diálogos, comportamientos de NPC, scripts completos… lo que antes tomaba días, ahora puede hacerse en minutos. El impacto es brutal: acorta los tiempos de desarrollo, reduce costes y deja más espacio a la creatividad humana. La IA no reemplaza al desarrollador, pero sí lo potencia.
En los últimos 10 años, los eSports han dejado de ser una curiosidad para convertirse en una industria profesionalizada. Equipos, patrocinadores, ligas, estadios, audiencias millonarias. El gaming competitivo es hoy una de las ramas con mayor proyección dentro del deporte y la tecnología. América Latina ha emergido como una potencia, y proyectos como 9z Globant —una alianza entre el equipo 9z y la empresa tecnológica Globant— lo demuestran.
Con jugadores de Argentina, Uruguay, Chile, México o Brasil, 9z Globant ha brillado en títulos como Valorant, Counter Strike, R6 o Sim Racing. El objetivo: llevar el talento regional a lo más alto del competitivo internacional.
Lejos de agotarse, la evolución de los videojuegos sigue acelerándose. El metaverso, el gaming en la nube, la IA generativa, la computación cuántica… cada nueva tecnología abre una puerta a una nueva forma de jugar. Y con ello, a una nueva forma de contar historias, de aprender, de conectar con otros.
El videojuego ya no es un hobby. Es una herramienta educativa, una plataforma creativa, un medio artístico y una industria que lidera el entretenimiento global. Y lo mejor es que apenas estamos en la pantalla de carga de lo que está por venir.
Esta información ha sido elaborada por Globant, te dejo por aquí su enlace si quieres saber más sobre ellos: www.globant.com
Creador de Techandising. Ingeniero de Teleco y apasionado de la tecnología y el gaming 🕹️ desde que no sabía ni andar.
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